viernes, 30 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

En el puesto del pescado

La campaña presidencial en estas tierras reproduce, lo que sucede en un mercado de pueblo, finalmente. Hay hambre de un lado y hay quien tiene pescado en el otro lado. Hay, pues, oferta y demanda. Cuando el hambre es grande la razón se nubla. A tal punto, que un muchachito de 16 años fue enviado a prisión por seis meses porque robó una barra de pan Bimbo en un Oxxo. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, dijo: Tengo un hermano pequeño –estaba presente- y teníamos un hambre terrible.
Así, cuando 40 millones tienen hambre no se razona el voto. Se vota con el estómago, con los intestinos, con el jugo gástrico, con las hormonas, con la bilis.
Pero cuando se tiene el estómago y la bolsa llena tampoco se razona el voto pues se quiere conservar lo que se tiene.
Me temo que las campañas se dirigen más al estómago que a la cabeza. Por eso se enredan en ataques donde brincan, en orden de aparición, nombres, adjetivos, verbos, adverbios, interjecciones, es decir, insultos, lodo y excremento.
Y así, ¿creemos poder elegir serena y ponderadamente? ¿De veras podemos verificar la verdad y validez de cuanto dato y promesa se nos ofrece?
Sólo un ejemplo. Si a un país de cien millones de habitantes se le ofrece que pagará la mitad de su recibo de luz y que su gasolina costará la mitad por cada litro, como oferta es algo que nadie despreciará en el mercado. Pero ¿quién se da el trabajo de averiguar el cómo y el cuánto?. Si repartimos responsabilidades decimos que tanto peca quien mata la vaca como quien le amarra la pata. Los ciudadanos tenemos nuestro 50% de responsabilidad al no averiguar, a fondo, el origen de la mercancía, donde no todo lo que reluce es oro, ni todo por estar hecho en China es malo ,ni por venir de los vecinos es bueno.
Las ofertas políticas no son muy diferentes al puesto de pescado en el mercado. ¿Usted sabe cómo comprar pescado? Use sus sentidos: ¿los ojos brillan o están opacos, huele o no huele, sabe o no sabe, está flojo o firme el pescado?. Elemental suena esto, pero así es. Y si no lo hiciere cómase el filete y dígame que le pasó, qué nos pasó, tres horas después.

jueves, 29 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

Historias de transporte

Las campañas electorales en búsqueda de la presidencia de esta nación, son un reflejo vivo de los varios países que habitan en estas tierras. Para que quede en mi memoria, uno de los tres candidatos, el llamado tricolor, dispuso de un avión privado para ver al país desde el cielo durante su campaña de ofertas. El segundo candidato, pintado di blue di pinto di blue, recorrió a la patria de norte a sur y de oriente a poniente a bordo de un autobús de lujo convertido en oficina con minibar, hielitos y teléfonos celulares, según dan cuenta los reporteros. El tercer candidato, amarillo como el sol naciente que llena de esperanza, según los moneros de nuestra patria, ha peinado el territorio en un burro escuálido que jala a una carreta destartalada. Sus recorridos se han apoyado en autobuses de línea, camionetas pick up y su legendario Tsuru blanco. Si alguna vez le fue indispensable volar, lo hizo en aviones comerciales, en clase económica. Al ser entrevistado sobre sus aprendizajes sobre la realidad nacional, confesó que si conoció bien algo en esta campaña fueron, las gasolineras del país! Que era en estos sitios donde se cambiaba de ropa entre uno y otro acto proselitista.

- Inspirado en una entrevista con López Dóriga. Tomado de La Jornada 29 Junio de 2006

miércoles, 28 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

Amigos recordados

Mi café es silla de esterilla, es cubierta de mármol, es machimbre que huele a petróleo. Mi café es periódico, libro, brisa en ventanal, rumor de la calle, sombra de un sicomoro. Mi café es lugar de amigos, unos van y otros vienen. Pero, unos cuantos, amigos no tienen. Ricardo adivina si es mañana de lungo o romano o si es tarde de expresso o macchiato. Los minutos se convierten en ancha y larga playa junto a un mar de tintailetras. Ricardo se sienta junto a un pariente de Steinway y dibuja en el aire, con el arte de sus dedos, un nocturno de Chopin. El café, ese lugar, se inventó para los amigos. En mi memoria habitan dos amigos. Los dos honraron a la amistad. El primero dijo: Amigos. Nadie más. El resto es selva. (*) El segundo amigo ,antes de partir de este mundo, dejó estas líneas: En torno de algunos cigarrillos consumidoso de un momentáneo caféunos cuantos se escuchan, se miran, se conocen,solitarias almas de pronto reunidascuyas palabras no se pierden en el aire que borra los días. (**)
En una media mañana fresca y húmeda de verano, en el desierto, recuerdo a mis dos amigos. Mi lungo exhala su aroma. -

(*) Jorge Guillén. –citado por-

(**) Sebastián Salazar Bondy, Los amigos.

martes, 27 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

Mis duendes


Un poema de mi querido J.L. Borges comienza con El olor del café y los periódicos. Oración venturosa que me lleva a esos espacios queridos con piso de madera, barridos al comenzar la mañana, que huelen a la mezcla de aserrín de pino y petróleo. Espacios donde la silla austriaca con asiento de esterilla está siempre lista ante la mesita redonda con plancha de mármol donde laten las venas azules que dan cuenta de la historia del cosmos. Ahí se renueva el rito de la creación del mundo personal con sus ideas, sentires y el aroma de los granos de altura, recién tostados y molidos. La magia del agua que hierve libera al duende que me lleva a la montaña, al futuro incógnito o a Michael Platz en el centro de Viena. Ese aroma, ese sabor de cuerpo robusto mueve a esta mano mientras, otro duende, el divertimento en Re mayor de Mozart llena el espacio.Como los tiempos de un concierto tengo mi cuarteto de preferencias para ocasiones diversas. Allegro con fuoco el expreso, Andante cantabile el lungo. Allegro con spirito el romano y rondó el
macchiato.

-Inspirado en J.L.Borges.Camden, 1893.

Lungo, expresso, romano o macchiato, variadas formas de preparar el café concentrado

Granos de altura, característica geo-climática del buen café.

sábado, 24 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

Algarabía infinita

Cada cuatro años son las Olimpiadas de verano en este planeta, cada cuatro años son las Olimpiadas de invierno y cada cuatro años es el campeonato Mundial de Fútbol, esa fiesta, esa algarabía suscitada por una pelota de cuero que todos buscan meter en la portería contraria y sentirse tan felices como si el cielo se abriera ante sus ojos. Son ciclos y rituales deportivos que mantienen al mundo entretenido. Pero en las cosas de la conducción de nuestros pueblos tenemos otro ciclo, otro rito y otro circo llamado elección del presidente de la república es decir, elegimos al administrador de las cosas de todos, la cosa pública. En esta contienda sexenal, la algarabía tiene el lugar central pues es la gritería confusa de varias, de muchas personas que hablan al mismo tiempo. La algarabía es esa fiesta loca del hablar atropelladamente y pronunciando palabras que aumentan más la confusión para sentir que Babel, la vieja torre de las lenguas confundidas, se quedó pequeña. Si es difícil pronosticar quién será el ganador de una Olimpiada o de un Mundial de Fútbol, imagínese usted cuánto más complejo es saber qué significa la historia humana que escribimos cada día, entre todos. Por eso mi buen J.L.Borges escribió sabiamente:

Todas las cosas son palabras del
Idioma en que Alguien o Algo, noche y día,
escribe esa infinita algarabía
que es la historia del mundo. En su tropel.

J.L.Borges - La brújula -

jueves, 22 de junio de 2006

Cartas del Desierto
Guillermo Pareja Herrera

Ejercicio literario y coincidencia afortunada

Tuve un maestro de literatura creativo y sensible como pocos. Recuerdo un ejecicio literario inolvidable. Siguiendo el orden alfabético nos poníamos de pie junto a nuestro pupitre o mesa-banco con las distracciones e inquietudes de nuestros 14 años. Para despertar nuestra imaginación nos pedía decir en voz alta nuestro apellido y a continuación nos pedía lo siguiente: busca en tu memoria los nombres de dos plantas que comienzan con la letra inicial de tu apellido. Desde aquella ocasión la palmera y la parra fueron mis favoritas. El ejercicio tomaba otras formas y buscábamos nombres de ciudades, de países y animales, de metales y maderas. La palmera y la parra no se me olvidan. Andando los años cuánta no sería mi sorpresa al encontrar que mi querido J.L. Borges escribió un poema, hablando del jardín de la casa paterna y dijo lo siguiente:

Palmera la más alta de aquel cielo
y conventillo de gorriones;
parra firmamental de uva negra,
los días del verano dormían a tu sombra.

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Desde el sur


Para entendernos y ,para algo más, hemos dividido a este pequeño mundo en los del norte y los del sur, oriente y occidente, globalizados y pauperizados. Nací en la parte sur del globo, por debajo de la línea ecuatorial. Me siento austral y en las noches claras buscaba, siendo niño, pero con pasión arrebatada de adulto a la Cruz del Sur. Pasando los años descubrí el norte y el oriente pero mi alma germinó en el sur. Desde uno de sus viejos patios castellanos aprendí a buscar a las estrellas. Desde sus zaguanes me asomé al tráfico y el bullicio de la calle, del barrio y el mundo. La vida ha sido conocer mis sentidos, nombrarlos y sentirlos. Desde los sentidos sé del caer del agua en la fuente de piedra y el escurrir en el aljibe oscuro y callado. Por los sentidos se me abrieron los cielos de los aromas y distinguí a la madreselva y al jazmín. Por los sentidos entré en la catedral de las esferas celestes de las armonías y se me reveló el canto de un zorzal y de un tankita. Mi enumeración, meditando sobre la parte austral de mi vida, me ha llevado a descubrir, como decía mi buen J.L. Borges que:

El arco del zaguán, la humedad
-esas cosas, acaso, son el poema.

J.L.Borges –El Sur-

tankita,nombre quechua del gorrión