sábado, 15 de septiembre de 2007

Luciano y su voz


Saberse único, quererse como único es parte de la llamada autoestima. Luciano Pavarotti fue un ser excepcional por la riqueza de su expansiva personalidad bañada de sonrisa, buen humor y sensibilidad para dirigirse al mundo. Con esa sencillez de quien se conoce bien a sí mismo dijo, un día:

Una cualidad importante que tengo es que si usted enciende el radio y escucha cantar a alguien usted sabe que soy yo.Usted no confundirá mi voz con ninguna otra voz.
¡Qué sencilla manera de saberse único, irrepetible e irremplazable! Buen conocedor fu Luciano Pavarotti de su propia voz que fue cálida, potente, italianísima e inconfundible.

Luciano o despertar al espíritu


Cuando la ex república de Yugoslavia se desintegraba y las pequeñas repúblicas balcánicas entraron en sangrientísimas luchas, Luciano Pavarotti se alistó para aliviar ese horror que se vivió en Bosnia y ofreció conciertos con su maravillosa voz. Un día de 1988, abordado por un reportero de la BBC de Londres dijo:

No soy un político, soy un músico. Me importa mucho darle a la gente un lugar donde ellos puedan disfrutar de sí mismos y vuelvan a vivir una vida humana. Al ser humano hay que despertarle su espíritu y cuando usted despierta ese espíritu, usted ha hecho todo.

El lado humanitario de Pavarotti –con su humor y espíritu de niño grande, llenó los espacios del mundo y los corazones de los seres humanos apoyándose en la tecnología del satélite, la televisión los discos, las películas para que la música, en general, y la ópera, en particular, se acercaran más a este mundo tan necesitado de solaz y respiro, en medio de tanta desolación, o ausencia de sol. Pavarotti es la viva encarnación de de la más célebre canción italiana, Oh sole mio.

Luciano


El jueves 6 de septiembre de 2007 se hizo invisible la presencia de Luciano Pavarotti en este mundo pero su voz, su encanto de niño, la naturalidad y jovialidad de su alma permanecen entre nosotros para siempre . Hijo de un panadero y de una trabajadora en una fábrica de tabaco en Modena.Desde niño, Luciano y su padre cantaban y se divertían juntos, mientras amasaban la harina.Después fueron al coro de la iglesia y ahí asomó la luz escondida del canto de este ser dotado extraordinariamente.

Pavarotti dedicó 40 años de su vida para dejar que su voz llenara los aires del mundo y llegara hasta el último rincón del planeta, gracias a la tecnología y su personalidad rebosante de luz y sellada con una sonrisa inolvidable.

Pavarotti fue el amigo del mundo, entusiasta del fútbol y de su equipo el Juventus, amante de su tierra Módena - célebre por su vinagre balsámico y su fabrica de autos Ferrari. Módena, nos dio a un hijo y un hermano extraordinario que seguirá cantando y alegrando nuestras vidas mientras el mundo sea el mundo.

Diosito se lo llevó


Chucho López es un mexicano que dirige a un mariachi y enterado, como todos nosotros, de la partida de este mundo de Luciano Pavarotti se conmovió intensamente.Fue abordado por un periodista, al final de una presentación, y le pidieron su opinión sobre la llorada partida de Luciano Pavarotti. Chucho López dijo con una sencillez arrobadora:

Nosotros lo disfrutamos por muuuchos años,
pero Diosito se lo llevó al cielo porque ya lo quería escuchar personalmente.