viernes, 26 de agosto de 2011

Una vida narrada



¿A que se parece nuestra vida? A una narración. Contamos lo que queremos y lo que no, no lo contamos. Una narración es una selección. Seleccionamos lo que es significativo para nostros.No hay biografía ni máquina de  memoria que registre todo lo que un ser humano puede vivir. Por eso las pretensiones sobre conocer de los demás o conocer a los demás son inútiles. Más aún qué poco recordamos de nosotros mismos, por ejemplo, en  que pensábamos o que hicimos hace 15 días. Nuestra  vida es una narración pero con lo que compartimos de corazón es suficiente. Nuestra vida es una narración que da cuenta de las grandes cumbres que  recordamos y deja de lado ese lomerío de la vida, casi insignificante, pero igualmente necesario pues antecede y sucede a esas grandes montañas llamadas inolvidables.

jueves, 25 de agosto de 2011

El miedo

La muerte o tránsito es algo que en sí misma no podemos experimentar pero sí podemos ponernos en contacto conscientemente con lo que sucede en los instantes previos a nuestra partida. Es en esos instantes que pueden dilatarse y extenderse en el tiempo, es cuando donde nos visita o asalta el miedo a morir bajo el rostro de desapegarnos de lo que amamos y tenemos, de soltar nuestra identificación con nuestro nombre, cuerpo y posición social, títulos, méritos etc. Llegar al final del camino en esta forma de vida,  suelto y desapegado de todo lo que acumulamos física y mentalmente, es tarea de cada día y no se puede improvisar en los últimos instantes de aliento. Esto será producto y fruto de una práctica intensa, extensa, dedicada, para que cuando llegue el momento no temamos ese instante. Epicteto sella esta reflexión maravillosamente: La fuente de todas  las miserias para el hombre no es la muerte sino el miedo a la muerte[1].



[1] Epicteto (en griego: Επίκτητος) (Hierápolis, 55Nicópolis, 135) fue un filósofo griego, de la escuela estoica, que vivió parte de su vida como esclavo en Roma

miércoles, 24 de agosto de 2011

Observando


Los hombres viejos de nuestro desierto son unos meteorólogos  que aprendieron de sus abuelos y padres el arte de observar, observar y observar calladamente los cielos y la tierra, el comportamiento de las lluvias y del viento, cómo encender el fuego y anticiparse  al frio y al granizo. Su mayor dicha es estar alerta para cuando el cielo derrama en estas tierras el más espléndido regalo: el arcoíris. No hay verano sin aguaceros, ni aguaceros sin algún regalo fugaz e inolvidable. Una de las primeras lecciones que aprendí de Esteban  mi maestro en estas tierras fue observar al viento y sus conductas sorprendentes. Antes de llover hay viento, antes de nevar hay viento y la mejor formar de medirlo es ponerse de pie y caminar y no olvidar que sólo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él.  Ese instrumento es de gran certidumbre para nosotros. Pero doy un paso más y observo que este principio, aplicado a nuestras vidas, es válido para no perder el rumbo en la vida, para ser, cada día, lo que estamos llamados a ser: seres únicos, irrepetibles con una ruta en la mirada, decisión en los pies que caminan y fuego en el alma.


martes, 23 de agosto de 2011

De dónde venimos



Recuerdo que durante una de las apetecibles clases universitarias de antropología filosófica, uno de mis condiscípulos hizo una descripción  de las grandezas del ser llamado humano comparado con otros seres vivos, particularmente los animales y las plantas y que habíamos dejado atrás a los simios de los que descendemos. Exaltó aquello de que somos el hommo sapiens –es decir hombre sabio y  que la grandeza de las naciones como de las ciudades se debe a que somos el hommo politicus o zoon politikón . Otro compañero contraargumentó y preguntó sobre el ser humano fratricida, destructor, exterminador, torturador, artfice de armas, guerras y barbaries. El debate tomó giros de más alto nivel a favor y en contra. De pronto, una compañera, por lo común, muy callada y desapercibida en el grupo, tomo la palabra y dijo: Permítame terciar en este debate y quiero citar a Nietzsche quien me parece no estuvo nada equivocado el día que dijo lúcidamente: Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos. Nuestro grupo entró, súbitamente, en un largo silencio que fue interrumpido por el timbre que anunció el fin de la clase. Al no haber contraréplica, esta frase se quedó grabada, seguramente, en no pocos de nosotros y gracias a ella hoy puedo evocarla como vigente.

lunes, 22 de agosto de 2011

Dolor y Tiempo


En el desierto tenemos expresiones breves, austeras, ahorradoras de palabras. Una muestra es la frase que le escuche a un abuelo en el hospital ante su desconsolado hijo que  recibía las condolencias por haber perdido a su esposa en el transcurso de una cirugía. Los amigos le decías frases como ésta: No se preocupe el tiempo todo lo cura. El dolido hombre le preguntó a su abuelo porqué no se sentía confortado por esa frase tan repetida de  el tiempo todo lo cura. El abuelo lo abrazó y le dijo al oído. Si no quieres atormentarte observa detenidamente que el  tiempo no cura las heridas; lo que haces con tu tiempo es lo que las cura. Esta opinión me ha permitido  recordar la relación estrecha entre el Tiempo y la Responsabilidad[1].  Somos responsables de de la actitud que elegimos y del  cómo pasamos por esta vida, dentro del gran fluir de ese río llamado Tiempo.





[1] Inspirado por la conferencia homónima de Viktor Frankl, Tiempo y Responsabilidad.Innsbruck, Austria, 1949.

domingo, 21 de agosto de 2011

Una ejecución


El arte de fotografiar es hermoso pero no está libre de cierto acento bélico. Por eso se dice disparar el obturador, disparar el flash, etc. Hoy las fotografías son silenciosas, discretas, y pasan desapercibidas pues los teléfonos portátiles, las llamadas “tabletas” o especie de híbrido entre computadora portátil y súper agenda, tienen dos cámaras a falta de una. Donde menos lo imagines y cuando menos lo esperes puedes fotografiar y ser fotografiado. Sin duda, han quedado lejos esos días de los fotógrafos vestidos con traje y sombrero ,provistos de una máquina que sostenían con esfuerzo con una mano y en la otra tenían el flash o lámpara que semejaba a un platillo cóncavo igual o más grande que la cámara. Recuerdo con nostalgia haber presenciado muchas ejecuciones fotográficas como el famoso : Apunten…Disparen…¡Fuego!  y el flash caía inmisericorde sobre nuestros ojos.


viernes, 19 de agosto de 2011

Otro teorema


Hay seres que pasan a la historia por una frase que les resume la vida, por un acto heroico, por una genialidad. Me detengo en Pitágoras de quien se cree que sólo supo de teoremas[1] y abstracciones lógico matemáticas. Como ser humano fue un buen conocedor de sus contemporáneos cuyos intereses desbordados le llevaron a pintarnos un cuadro preciso de cómo somos los humanos: El ser humano es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. Los deseos que engendramos dicen de una aspiración infinita y desbordada propia de los dioses. Sin embargo, basta un pequeño dolor, enfermedad ,un tropiezo y contratiempo en la vida para que  los temores asalten el trono de  nuestras vidas y nos revelan que a la vuelta de la esquina esta vida tan acariciada puede esfumarse.



[1] Proposición demostrable lógicamente partiendo de axiomas – principios tan evidentes que no necesitan demostración-  mediante reglas de inferencia aceptadas.

jueves, 18 de agosto de 2011

Pequeño, invisible, potente

El oro se cuenta, se busca, se atesora de gramo en gramo. Los perfumes exquisitos  son oro líquido y vienen en pequeños frascos. De la misma manera, las huellas, los ejemplos de vida, de las personas amadas y admiradas por nosotros son el más sutil de los invisibles perfumes que habitan en este mundo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Resumen de una vida


Una amiga ya grande se despidió de sus compañeros de trabajo. Pasó muchos años de su vida como jefa de los servicios de salud  y se distinguió porque la puerta de su oficina estaba abierta para quien quisiera acudir con ella. Peticiones de favores, quejas  y reproches  le llovieron como aguacero toda su vida. El día que partió le preguntaron  de qué se valió para sostenerse en el puesto. Con la sencillez que le caracterizó dijo algo que recuerdo así: “… desde el primer día me desayuné la convicción de que ser jefa es para servir y no servirse de los demás. Cada día almorzaba la convicción de que mi recompensa era llegar a la noche con mi tarea cumplida. Y mi cena habitual fue el gusto de saber que si amanecía el día siguiente, volvería a llevar la misma actitud. A mí me fortaleció el ser comprensiva con la naturaleza humana para quien es  más difícil  olvidar una ofensa y se les hace fácil olvidar un favor...”

martes, 16 de agosto de 2011

Guiñar un ojo y otras historias


Hace un tiempo escribí algo sobre qué es guiñar un ojo y la magia que encierra. Pues les diré que esa Carta ha tenido un ir y venir en medio de los lectores y selecciono tres historias que me llegaron  -muy  simpáticas y bordan sobre este poder que tenemos todos: guiñar un ojo…
v 
Una vez estaba con unas amigas en el Mc Donald, unas mesas al lado había un chavalito como de 13,14, que estaba solo, de repente me miró y yo para tontear le guiñé el ojo, junté mis labios con la lengua y le tiré un besito volado... el tipo se puso demasiado rojo y bajó la vista y cuando me dí cuenta del incendio que provoqué yo también me puse roja. (Vanessa,15. Cuernavaca, México)
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Recuerdo también una vez que una señora. No se veía grande, era mamá, pero bastante joven. Íbamos en el mismo bus camino a Rosario, ella iba sentada delante mío con su niño. Ya habíamos tenido una interacción porque la ayudé a guardar un maletín arriba en el bus. Pasó como media hora y llegué a mi parada. Al bajarme miré hacia la ventana donde estaba estaba  y ella…   ¡me guiñó un ojo!  Me sentí electrocutado y  casi me subí de nuevo al bus pero no. En un parpadeo, el bus dio la vuelta en la esquina y lo perdí de vista para siempre. Su guiño de ojo fue una caricia inolvidable. (Juan Pablo,18. Rosario, Argentina
v 
¿Alguna vez han tenido la suerte  de que una mujer encantadora les guiñe un ojo? Qué cosa más exquisita, no hay palabras para eso, es como algo tan encantador, agradable y misterioso como que te digan "me gustas”. Y  pensándolo bien, debe ser lo mismo si un hombre se lo hace a una mujer, ¿lo han intentado?  Martin,36. Tucson,Az.Estados Unidos.

domingo, 14 de agosto de 2011

Sin aliento

Damos por hecho que respiramos, damos por hecho que nuestro corazón palpita y nuestra mente no cesa de emitir pensamientos. Lo inverso a esta trilogía nos pondría en sobresalto, en susto y desconcierto. Alguien sabio formuló lo siguiente. La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento. Quedarse sin aliento es la puerta que lleva al reino de la memoria y de lo inolvidable. Podemos hacer un ejercicio sencillo y luminoso: escribir una lista con todos aquellos momentos en que nos hemos quedado sin aliento. Entonces recordaremos cuándo ha sido por temor, cuándo por amor, cuándo por asombro.


sábado, 13 de agosto de 2011

Dedos

Fue en el conservatorio de música. El estudiaba piano, ella, también. Llegó el día en que sus miradas se cruzaron y se detuvieron como barco que llega al puerto tan anhelado. Desde entonces comenzaron a conocerse como quien explora cada milímetro de las cuerdas y percibe las más íntimas y calladas vibraciones. Han pasado muchos años desde entonces. Tantos años han pasado que ella recuerda al que fue su hombre de toda la vida. Extrajo una servilleta doblada con esmero y en ella  su hombre escribió un día inolvidable: Sólo sé que los espacios entre tus dedos son donde los míos encajan perfectamente.

viernes, 12 de agosto de 2011


 La entereza es una rara y formidable cualidad humana. Entereza ante el oleaje, ante la niebla en el camino. Entereza ante las adversidades, contratiempos, imponderables. Entereza o ser de una pieza sin fisuras es una cima  con alto grado de dificultad, mas no imposible de ser alcanzada. Entereza que es un reino que nada tiene que ver con el victimizarse sino con saber contener y contenerse  después de los embates y combates. Hoy comprendo la advertencia de una abuela a sus nietos y nietas:   Eso de que te rompan el corazón, no es para que luego anden por ahí… repartiendo los pedazos.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Brújula y mapa


Luis,un tío de mi padre, fue marino mercante. Con los años fue nombrado Capitán de un puerto marítimo sobre el Pacífico Sur. Pasaron los años. Un día volví a la Capitanía y el tío ya había descansado en paz de este mundo y sus mareas. En una de las paredes de su antigua oficina estaba una tarjeta postal con un barco mercante y junto a él esta inscripción: Deja que tu corazón sea tu brújula, tu mente sea tu mapa, tu alma sea tu guía y nunca te perderás. – Un navegante anónimo-


martes, 9 de agosto de 2011

Ladrillos


En la reciente Copa América de Futbol que, como su nombre lo indica, se persigue por los países de nuestro mayúsculo continente sucedió algo  en apariencia intrascendente que me ha dejado algo para ser valorado. Resulta que en el partido clásico entre Uruguay y Argentina, Diego Forlán el formidable delantero uruguayo, recibió una andanada de insultos, burlas y mentadas de madre en los varios momentos en que cobraba tiros de esquina  y tiros directos. Observé su figura, rostro y comportamiento y parecía que a él nadie le hablaba. Forlán estaba en su tarea, sacando a su equipo adelante. El resultado es conocido. Forlán y su equipo ganaron y pasaron a la final de la centenaria competencia. Las horas han transcurrido y, como un destilado de esa escena, podemos decir que a Forlán se le aplica aquella anónima expresión popular:   Una persona fuerte, es aquella que logra construir un palacio con ladrillos que otros han lanzado contra él. La historia no consignara a quienes le dijeron de insultos, sino a quien pese a ello, llevó a su equipo al triunfo.

viernes, 5 de agosto de 2011

Nuevo oficio

José Luis a sus quince años le dijo a su profesor de literatura, cuando fue preguntado sobre qué haría en la vida. Mire usted, dijo, seré Foto poeta. ¿Foto poeta? Pregunto su maestro intrigado. Sí, dijo José Luis. Esa profesión la he inventado en mi mente. He visto a fotógrafos que vuelven del campo de futbol, que vuelven de una boda boda, que vuelven de la guerra. El futbol, una boda, la guerra y sus muertos. Por eso seré fotógrafo que escribe poesía y al escribir poesía veré al mundo. Seré un foto poeta: captaré la foto con la mirada y la grafía en versos.

jueves, 4 de agosto de 2011

Foto


El niño dice: seré aviador, médico o constructor de puentes. Lo que no dice es cómo se verá de viejo. Difícil imaginar semejante cosa a tan temprana edad. Al revés, los viejos guardan en algún cajón, en alguna arrugada cartera de cuero unas fotografías gastadas. El viejo sí puede decir algo sabio, producto de haber vivido: ¿Quién soy? Y a esa pregunta puede responder: Soy un anciano y mi rostro es la foto gastada de un niño. Por fortuna ese niño viejo, brinca, grita, revolotea, pregunta, curiosea, escarba, pasea, ama.

miércoles, 3 de agosto de 2011

La quinta


Ella le gustaba a él. Él le gustaba a ella. Llegó el día del intercambio de fotografías. Él, le dijo a ella: Mi vida esta resumida en 5 fotografías y sólo te daré una. Ella, intrigadísima las quería las 5.No lo consiguió. ¿Cuales fueron?  Dijo él: Mi vida  vida en 5 fotos: la de carnet (credencial), la de familia, la de graduación, la de  mi primera boda y la única en que salgo  favorecido y me hizo justicia la cámara.Ella, dijo: me quedo con la quinta. Tú, como los vinos, cuanto más reposados, mejor.

martes, 2 de agosto de 2011

Pajarito


A temprana edad el pequeñito supo qué es la frustración. A temprana edad el pequeñito supo qué es el enojo. Todo fue debido a la costumbre de su padre de tomarle fotografías. Las fotografías pecaban de uno de los tantos pecados comunes en nuestra infancia como decir: los niños los trae la cigüeña, los niños viene de Paris o las mentiras de grandes cuando la moneda se desliza para decir que se devaluó y que viejos, mujeres y niños desangrados son daños colaterales cuando son crímenes con sus ocho letras. El lenguaje está enfermo de eufemismos, de mentiras rebosantes de grosería. Ahora podemos comprender qué pasó con el pequeñito de la fotografía: Mira el pajarito, mira el pajarito[1]. El niño salía con cara de ofendido en las fotos, buscando el dichoso pajarito, decía su padre.




[1] Inspirado por Microversos