martes, 15 de abril de 2014

El rayo y la raya

GPH
Entre los accidentes desafortunados que puede experimentar un hombre en el desierto está aquella desventura que dice: que el cielo me guarde de que me parta ¡un rayo!. Pues bien, hay gente en estas tierras que en una tarde o noche de tormenta se libró de un rayo y a parte del tremendo susto quedó con alguna herida menor. Sin embargo ,también estamos conscientes de la parte complementaria que dice: Pues bien, da gracias de que  del rayo te salvaste pero no te librarás de   ¡la raya! .

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