domingo, 5 de agosto de 2007

Olores, sabores y coincidencia


Cierro mis ojos y viajo con la imaginación.Vuelvo a la ciudad donde abrí los ojos por vez primera. Brotan del silencio de la memoria imágenes y recuerdos de sonidos. Sólo y después de un largo silencio, llegan los olores y los sabores. Están conmigo los panes de tres puntas recién horneados, la ropa de la tía recién llegada de la capital y que hacía que exclamáramos: ¡Huele a Lima! -un olor típico de la ciudad húmeda, junto al mar- .Así, se desempolva el aroma de la Old Spice -la loción de mi padre para después de afeitarse. Hoy, la vida me ha regalado un texto ,sorprendente, porque fue escrito el año en que yo nací, con tonalidades anímicas similares .Así pues, cuenta Bioy Casares el entrañable amigo de Borges : Caminábamos con Borges por un barrio de quintas ,en el Mar del Plata, y de pronto sentí un olor que me conmovió.Borges me dijo que los recuerdos que más nos emocionan son los de olores y gustos, porque suelen estar rodeados de abismos de olvido:hay que oler el mismo olor para recordar un olor, hay que sentir el mismo gusto para recordar un gusto (no ocurre así con imágenes y sonidos) ¡Con qué emoción volvemos a oler el mismo olor que por última vez olimos en tiempos lejanos, en lugares a los que nunca volveremos.

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