Nuestro cuerpo sirve para algunas cosas. Por ejemplo, cuando hay que responder de lo que hacemos, decimos: Hay que dar la cara. Cuando hay alguien que espera una respuesta de nosotros decimos: Nos veremos cara a cara. Pero eso suele no suceder a menudo. Hay algo o mucho de temor a la confrontación y a las verdades a boca de jarro. En el terreno amoroso tenemos similares necesidades y similares evitaciones. Sin embargo, queda un último recurso y haciendo uso de él, una muchacha lo retó a su novio y le dio una papelito con esta frase:
Al menos que nos encontremos en el sueño frente a frente…
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