Llegando a este punto donde nosotros nos despedimos del año y el año se queda en la memoria de nuestra alma, vuelvo la mirada hacia los pasos andados durante este tramo anual y pese a todos los pesares de estos días hay en mí una pequeñísima planta que ha crecido en medio de las piedras y bajo los rigores de estos desiertos, pero con un aire universal. Una vez más siento la cálida presencia de un hombre entrañablemente querido que fue y es para mí León Felipe. El nos dice hoy: Sensibles a todo viento / y bajo todos los cielos, / poetas, nunca cantemos / la vida de un mismo pueblo / ni la flor de un solo huerto. / Que sean todos los pueblos / y todos los huertos nuestros .
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