El qué hacer con el sufrimiento es una de las tareas de todo ser humano. He aprendido de muchas personas cómo afrontan sus circunstancias dolorosas y fue Florencia -una mujer anciana e indígena- quien me dijo: En mi cocina he aprendido que al final los sufrimientos son como la cebolla. Le quitas las capas y en el centro hay nada. Todo el sufrir se marchó con las lágrimas. Me quedo con el misterio llamado nada y con la gran medicina llamada, lágrimas.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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