lunes, 10 de octubre de 2011

Cielo e infierno

Después de la catástrofe de la segunda guerra mundial cuando los Estados Unidos  arrojaron dos bombas atómicas sobre la población civil de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945  -con cientos de miles de muertos y destrucción total-   el mundo se estremeció ante semejante carnicería. Se creó la Organización de las Naciones Unidas y su segundo Secretario General fue un hombre excepcional llamado Dag Hammarskjold nacido en Noruega. Este secretario murió en un accidente  aéreo en Africa, cumpliendo con su cargo de promover la paz. Un día de 1954 dijo a la Asamblea reunida: La Organización de las Naciones Unidas no ha sido creada  para llevarnos al cielo, sino para salvarnos del infierno (en alusión al infierno real  de Hiroshima y Nagasaki).






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