domingo, 2 de octubre de 2011

Disfraz del día siguiente

La hija de unos queridos amigos llegó de su visita a la modista –llamada ahora diseñadora-  quien estaba embebida en su vestido de novia.  Su madre le preguntó cómo le fue. La muchachita le dijo que estaba contenta con el trabajo de su modista pero que había recibido un regalo anticipado a la boda. ¿Cómo es eso? Inquirió su madre. Pues resulta que en el área de Probadores  estaba una frase impresa en un cuadro que decía así: No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay  - François Rochefoucauld. Así que me sentí aludida con aquello de que todas las que nos casamos lo hacemos de blanco y cuidamos mucho la selección, la confección y el llevarlo bien puesto el día de la boda, pero más importante es lo que viene después de la boda.





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