Mi abuelo me enseño a leer, mi madre me enseño a gustar de la sonoridad de la lectura, su ritmo y sentido. Mi escuela me llevó de la mano al mundo de la literatura y de la poesía que es la forma de mirar y preguntarse por el mundo, la historia, el sentido de la vida y de todos los temas humanos. Veo con alivio que la niñez, la adolescencia, es el tiempo maravilloso para sentir las preguntas poéticas que más tarde la ciencia intentará resonder.Recuerdo con cariño a José Emilio Pacheco cuando nos dio un ejemplo. Un niño pequeño nos pregunta: ¿Adónde van los días que pasan?' Allí está la poesía. Son los niños quienes comprenden mejor la poesía de manera directa sin rodeos, en lugar de las explicaciones enciclopédicas que los duermen. También comentaba el buen José Emilio cómo un niño comprende casi instantáneamente la luminosidad de los haiku como: Al huir, la luciérnaga dejó el viento en mi mano".
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario