miércoles, 15 de febrero de 2012

Más allá del nombre…el otro

Saramago,infante
Hay algunos asuntos fundamentales, radicales que hemos de dilucidar y resolver en las primeras o segundas etapas de la vida. Digamos que en la adolescencia o primera juventud. Se trata de descubrir o develar nuestra identidad, lo que somos realmente. Pero sucede que en esta tarea se interpone el nombre. Sí, el nombre que nos fue dado o impuesto y que representa a la constelación de factores como el grupo al que pertenezco o clase social, grupo étnico, lengua, creencias, etc. Resulta que para la inmensa mayoría de seres humanos el nombre se vive como lo que somos verdaderamente con todo lo que se adhiere a él. Nuestra tarea ¿cuál ha de ser, entonces? Me quedo con lo expresado por el buen José Saramago: El nombre que tenemos sustituye lo que somos: no sabemos nada del otro. La tarea, finalmente, es descubrir, develar al otro, al que soy realmente, pues ha quedado en la penumbra de lo añadido socialmente…

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