miércoles, 14 de marzo de 2012

Ausencias

Entre el hogar y la prolongación del hogar -que suele ser la escuela-  a veces hay coincidencias y otras veces hay discrepancias en la manera de formar a los niños y a los jóvenes. Esa etapa de la vida está dedicada a la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades que serán útiles para el resto de la vida. De esas actitudes básicas recuerdo que se nos insistía en la práctica de reconocer los propios errores y responder de ellos ante los demás.  Bien visto, hoy brilla por su ausencia, en la conducta práctica y cotidiana de muchos de nosotros y de nuestros políticos particularmente. Quien es caballero acepta sus propios errores y el hombre ordinario  culpa a los demás. Si es de humanos equivocarse es más común y frecuente que suceda cuando uno es niño, joven y se inicia en el conocimiento y en la práctica del conocimiento.

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