Alamo Chopo |
Hojas
y ante mis atónitos ojos se pone bajo la ducha. Aguacero.
Ya
desnudo el pudoroso viejo álamo se envuelve en la blanca toalla de niebla y se
hace invisible.
Pero
ocurre que, desde niño me asaltó la pregunta ¿cómo sé si es ella o es él?
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