Tenemos por cierto y verdadero que la tarea de aprender a vivir y vivir bien contamos con el buen recurso del ejemplo de otros seres humanos. Esta es una buena noticia pero hay una segunda buena noticia. Otros seres en la naturaleza, como las pequeñas aves, también son maestros para nuestras vidas. Los perros viven plenamente en el presente y si los regañamos o reprendemos toman nota y un minuto después se muestran tan amigables con nosotros como siempre. No son rencorosos ni se pasan la vida rumiando ofensas o maltratos de sus amos. De este aspecto maravilloso de la realidad nos dijo el buen Rumi: Deseo cantar como las aves sin que me importe quién escuche mi canto ni lo que piense de él.
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