jueves, 13 de septiembre de 2012

Ante nuestras narices






Hermitage
Hay personas para quienes los museos son la delicia de sus vidas, razón para ahorrar y un día soñar con emprender el viaje que les lleve a estar en el tan anhelado encuentro con las llamadas obras únicas, irrepetibles e irremplazables o al decir de otros ,obras maestras. Pero también hay personas para quienes los museos son algo de lo que se puede prescindir y hasta se puede vivir cerca de uno de ellos y pasar de largo toda una vida. ¿Cuál es el secreto guardado en los muesos de arte? ¿Serán varios secretos? Me digo, tal vez. Lo que  si me queda claro es que un museo es un espacio propicio para las súbitas revelaciones e iluminaciones que nos llegan en forma de color, aroma, textura, palabra, luz, silencio, contemplación, tiempo, historia y compañías silenciosas de otros tantos contempladores que como yo han desfilado y lo seguirán haciendo mientras el mundo sea mundo. O con palabras más llanas , los museos son lugares donde viven grandes verdades y que bajo diferentes vestidos se presentan ante nuestras narices…












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