Estar en una nueva ciudad o en tu propio barrio de todos los días es una ocasión para vivir lo nuevo,inesperado,sorprendente y ante ello la admiración y el asombro. Así están construidas las ciudades grandes,medianas y pequeñas,con esquinas para dar la vuelta. Dar la vuelta y te sorprenderás de la cara nueva y de la cara conocida,del espectáculo impensado y el caer de las hojas,el carro que pasa,el niño en su patines,la abuela que lleva la compra del mercado,el que afila los cuchillos y Don Matías tomando el sol en esa banca peleada donde tantos han tomado el sol.Todo sucede y puede suceder al voltear la esquina.Hoy ,en otra ciudad este asunto sigue sorprendiéndome.Caminaba sin rumbo buscando un café con conexción de wi-fi, es decir, para subir instantáneamente estas letras y puedan recibir mi señal de humo dondequiera que estén.Le di la vuelta a la esquina y apareció Ronas. Mi café de hoy es Ronas -nombre formado por las iniciales de los nombres de los hijos del dueño,me cuenta el mesero- sí, en esta querida ciudad de Buenos Aires todo sucede al voltear la esquina. Hasta pronto.
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