Cada vez que la tierra completa una
vuelta alrededor del sol le llamamos Año. En esos 365 días suceden cambios y
transformaciones sorprendentes en nuestras vidas ,en nuestro planeta y en el
cosmos en su casi infinitud. Lo curioso es que llegados al día 31 de diciembre
hay en el ambiente un sentimiento relacionado con la muerte. Algo se muere y es
el año, es el tiempo. Algo nace y es un tiempo nuevo, otro ciclo. La nostalgia
por el tiempo que se ha marchado se relaciona ,en alguna manera, con nosotros mismos
en la medida en que no aprovechamos cada uno de esos días que forman el año y
que no volverán, como el río que pasa. Si el tema del morir esta presente
también está presente el anhelo de nueva vida y el anhelo de inmortalidad. Pero
el día a día se sucede y dentro de 12 meses nos veremos en una situación similar. ¿Cómo afrontamos nuestra
mortalidad, finitud y transitoriedad que cada fin de año se nos hace presente?
Un queridísimo maestro de literatura me dijo algo muy sabio ,tal vez premonitoriamente, hace muchos años:
“Tu ciclo de vida es nacer, crecer,
madurar, envejecer, escribir un libro, no morir” Así que los bosques y los
árboles se sienten felices cuando se inmortalizan transformándose en papel y el
papel se convierte en palabra y la palabra crea, acompaña, alegra y en alguna
modesta medida contribuye a la transformación de nuestro mundo. Este
escribiente desde el Desierto les agradece por su compañía en el camino y les
desea ventura y vientos favorables en los días por venir.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
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