No hay mañana que no se convierta en ayer, así decía un amigo tendero que conocí de niño.Andando los años escuché ese proverbio en nuestro desierto nuevamente. Una nueva comprensión de su sabiduría me visitó. Se suele idealizar el futuro pero ¿qué es el futuro? El futuro es un día que espera se vivido y espera pacientemente ser dejado atrás -convirtiéndose en pasado,lo que haremos todos, tarde o temprano.
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