Factor humano imprevisible

GPH

Millones de ojos, millones de gritos, emociones al rojo vivo, alegrías y tristezas pero nada a medias tintas. Todo vivido en los extremos, eso es el mundial de futbol. Cada vez más este remolino pasional atrapa a más seres humanos cada 4 años donde se combinan algunos elementos: la idea y la experiencia de patria, de nación, de equipo y bandera, de color y de himno hasta alcanzar niveles insospechados.  Por otro lado, los que dicen que saben de futbol enfatizan a la técnica ,la táctica y la estrategia, la estadística, la crítica  y los pronósticos. Pero el futbol es más que  esos artificios y se los engulle  a todos.  Vamos al campo y veamos a los dos equipos y entonces comprobaremos que así como se invocan los planes y estrategias así también se evaporan y los resultados son otros absolutamente. ¿a qué se debe todo ello? Al llamado factor humano imprevisible. El factor humano es lo que el mundo emocional de cada jugador y de cada entrenador y de cada árbitro aporta al resultado y la presencia de los miles de espectadores y seguidores que crean una atmósfera de sentimientos que calan hondo.   En pocas palabras, el futbol nos cautiva porque entre lo pensado e imaginado, lo que vivimos en el campo de futbol es, a veces, otra historia totalmente diferente. Una historia llena de inspiración, intuición, pundonor, olfato, creatividad, maña y malicia, picardía y pasión y todo ello constituye el factor humano imprevisible. Eso es lo que me cautiva y las estadísticas, planes, estrategias y tácticas  quedan siempre un paso atrás  en las bibliotecas del deporte.