Donde fue un gran terreno baldío aparecen de la noche a la mañana infinidad de pequeñas, pequeñísimas casas ,todas iguales, alineadas simétricamente en largas hileras y detentando nombres en sus calles, retornos y plazoletas de lo más curiosos –llevados en las alas imaginativas de los empresarios, ingenieros y arquitectos que planearon tal conjunto habitacional. A estos conjuntos se les llama en algunos casos "conjuntos residenciales" o en el lenguaje gubernamental "casas de interés social". Por el otro lado, tenemos –desde una vista aérea- grandes edificios, llamados rascacielos que conforman una aglomeración bajo pomposos nombres como "centro financiero", "zona residencial" con el anglicismo vip para personas de gran poder económico –que no cultural necesariamente- Sea en un polo u otro de las construcciones de este siglo, me pregunto ¿dónde ha quedo el alma y el corazón de estas edificaciones? que no trasmiten nada que vaya más allá de funcionalidad barata o funcionalidad cara. Cuando uno camina en esos dos mundos , experimento la misma ausencia y la misma pobreza pues algo se ha dejado en el olvido en esas obras llamadas humanas. Mi querido Luis Barragán describió este problema humano -que no es sólo arquitectónico: Han desaparecido de la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también las de serenidad , silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma. Este ser humano dedicó su vida a la arquitectura e hizo de estas palabras seres vivos y los encontramos en sus casas, edificios, jardines, urbanizaciones, capillas, casas en el campo y en su propia casa. Quizá el olvido mayor está en haber dado la espalda a la naturaleza ,quien es toda frescura, alegría, inspiración, formas fluidas y armonía con la estaciones.
Es una antología de las Cartas del Desierto que trasmito en Radio Universidad 105.3 FM y 1310AM, Chihuahua. Mexico. Una mirada sobre el mundo, la vida y la historia Social desde el desierto Chihuahuense en el Norte de México. Escribo y comparto mis sentires mientras vamos de camino: Si estas Cartas te ayudan y las reproduces, cita al autor y a la fuente. ¡Gracias por escribir tus comentarios¡ -La vida abre la puerta,nosotros hacemos el camino-
lunes, 25 de agosto de 2014
Olvido
Donde fue un gran terreno baldío aparecen de la noche a la mañana infinidad de pequeñas, pequeñísimas casas ,todas iguales, alineadas simétricamente en largas hileras y detentando nombres en sus calles, retornos y plazoletas de lo más curiosos –llevados en las alas imaginativas de los empresarios, ingenieros y arquitectos que planearon tal conjunto habitacional. A estos conjuntos se les llama en algunos casos "conjuntos residenciales" o en el lenguaje gubernamental "casas de interés social". Por el otro lado, tenemos –desde una vista aérea- grandes edificios, llamados rascacielos que conforman una aglomeración bajo pomposos nombres como "centro financiero", "zona residencial" con el anglicismo vip para personas de gran poder económico –que no cultural necesariamente- Sea en un polo u otro de las construcciones de este siglo, me pregunto ¿dónde ha quedo el alma y el corazón de estas edificaciones? que no trasmiten nada que vaya más allá de funcionalidad barata o funcionalidad cara. Cuando uno camina en esos dos mundos , experimento la misma ausencia y la misma pobreza pues algo se ha dejado en el olvido en esas obras llamadas humanas. Mi querido Luis Barragán describió este problema humano -que no es sólo arquitectónico: Han desaparecido de la arquitectura las palabras belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento y también las de serenidad , silencio, intimidad y asombro. Todas ellas han encontrado amorosa acogida en mi alma. Este ser humano dedicó su vida a la arquitectura e hizo de estas palabras seres vivos y los encontramos en sus casas, edificios, jardines, urbanizaciones, capillas, casas en el campo y en su propia casa. Quizá el olvido mayor está en haber dado la espalda a la naturaleza ,quien es toda frescura, alegría, inspiración, formas fluidas y armonía con la estaciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Paisajes humanizados que nos deja emparedados y aislados en la frialdad del cemento, sin la posibilidad de fusionarnos con la naturaleza, de ser renovados en la danza de la vida, de florecer y volar en cálidos vientos, cómo semilla viajera, a nuevas tierras ávidas del verdor que le otorga la posibilidad de ser cada día más fértil.
Publicar un comentario