viernes, 28 de noviembre de 2014

La gran caminata

Si de andantes,marchantes y caminantes se trata no hay otra figura más relevante que el buen Mahatma Gandhi. Marchó toda su vida largos kilómetros,unas veces para ir a su escuela de derecho e incontables veces en apoyo de las causas de los desposeídos y esclavizados en Sud Africa y en la amada India. La más célebre marcha silenciosa, orante, solidaria y desafiante fue la marcha al mar para tomar entre sus manos un pedazo de sal prohibida por los ingleses -quienes tenía el monopolio absoluto de ese don del mar, ese don de la vida que es un granito de sal. Una marcha con ese ritmo que es la antítesis de  la velocidad, del correr nervioso y la antítesis de toda máquina como el tren o el autobús.  Días,semanas, a pie, erguido, paso a paso en una atmósfera que la marcha nos regala como oportunidad única para darnos cuenta a nosotros mismos y al mismo tiempo oportunidad para auto corregirnos, interpelarnos y evaluarnos. Año de 1930 y 390 kilómetros caminados en silencio, paso a paso bordeando las casas de los campesinos y los campos. Lo que fue un contingente de 80 personas entre gente madura y hasta un niño de 16 años en el punto de partida, se convirtió en una río humano que llegó al mar. Caminar así, desposeído de todo lo innecesario para andar firme , alegre y ligero fue la demostración del poder pacífico de los llamados débiles, parias, marginales. Caminar, caminar, caminar.

No hay comentarios: