Desde la antigua Grecia hubo una predilección por el cuidado y el desarrollo del cuerpo. Ejercicios, torneos, competencias, juegos olímpicos son la muestra de su utilidad para fortalecer el cuerpo, así como el trabajo físico y mental -sea en el campo o en la ciudad. Hoy, los gimansios proliferan en nuestra ciudades y les dedicamos tiempo y recursos abundantes. Pero ¿cuál es el gimansio donde fortalecemos el alma humana? Ese gimansio es la vida misma con sus dificultades, sorpresas e imponderables, que sirven para fortalecernos -así como el trabajo fortalece al cuerpo. Podemos ir tres veces por semana o más a un gimnasio ,pero la vida nos sorprende con sus pequeñas o grandes adversidades todos los días y así tenemos garantizado un ejercicio continuo de nuestra fortaleza interior. Sea cual sea la intensidad del viento en contra, podremos responder con entereza pues estaremos preparados.Gran tarea para cada día de nuestra vida.
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