Uno de los clamores más universales es pedir justicia. Si pedimos justicia suponemos que hay dos partes en toda historia: un ofensor y un ofendido.Se suele representar a la justicia como una mujer que en la mano derecha tiene la espada -símbolo de la precisión y lo irreversible del corte en una situación dada- y con la mano izquierda sostiene una balanza mientras sus ojos permanecen vendados para no tener favoritismo con nadie. Es común invocar que se haga justicia a partir de la premisa anotada por W.Dafoe: La justicia es siempre violenta a la parte ofendida, porque cada hombre es inocente ante sus propios ojos. ¿Conocemos a muchas personas que cuando son señaladas por haber incurrido en una falta notable, aceptan su responsabilidad / culpabilidad de inmediato?
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