Cuando aceptamos con madurez nuestra verdadera naturaleza podemos decir la expresión popular: "No soy monedita de oro para gustarle a todos..." Sin embargo, nos llama la atención que buenos hombres y buenas mujeres en este mundo que sembraron bondad tuvieron detractores,ofensores y enemigos. Ejemplos abundan. Para decirlo con otras palabras sencillas, les comparto una anotación de Dita von Teese que me ha ayudado a vivir y conservo en una de mis libretas:
Tu puedes ser el durazno
más maduro y jugoso del mundo
y aún así habrá alguien
que odie los duraznos
No hay comentarios:
Publicar un comentario