En el desierto todos trabajamos. El sol, la
luna, la lluvia, el viento, todos tienen su labor. De manera particular veamos ¿qué
hace el viento? Es mensajero, lleva
noticias, trae noticias, lleva semillas, lleva al agua en su alas, juega con la
arena y borra lo que escribimos en ella, empuja al fuego, despeina a los niños,
canta en las ventanas, chifla en el campo y todos lo oyen, a veces aúlla de
tristeza. Algunas veces el viento es una voz que susurra secretos y hace
caricias en la cara. En estos días del otoño el viento esta laborioso
particularmente. Nuestros queridos viejos suelen decir: ‘Cuando sopla el
viento, solo se lleva las hojas. Si el árbol tiene raíces, tú lo verás florecer’.
Sí, el viento nos pone a prueba a todos, a los árboles y a los que levantaron
cercos y a quienes clavaron los techos. Cuando el viento pasa ,reciamente, se
conoce cuán bien plantados estuvimos.
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