miércoles, 30 de diciembre de 2015

Con un pie en el estribo...

El año llamado viejo o viejito esta por terminar y el año nuevo o niño está por llegar. Un año es 12 meses , muchas semanas , más de trescientos días y no sé cuantas horas y segundos – hay que hacer alguna multiplicación – Un año es 4 estaciones naturales además de la ferrocarril. Un año es una sucesión de muchos lunes  tristes y alegres sábados. Un año es una estación, un puerto, un aeropuerto donde llegan recién nacidos y se van los recién dormidos –a veces serena a veces tristemente. En el último día del año, a veces en la última hora  del año nos visita una inspiración ,una revelación  instantánea que nos dice quién soy, para qué estoy en este mundo. A un niño regordete, llamado Diego y que lo fue toda su vida, le sucedió algo parecido y así lo anotó en una vieja libreta:"Mi estilo nació como un niño ,en un instante: con la diferencia de que a ese nacimiento le había precedido un atribulado embarazo de 35 años" Como puedo darme cuenta siempre puede suceder algo maravilloso después una treintena de años o en el ultimo minuto de la última hora del último día de un año viejito. 

 

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