Una característica de nuestra mente acelerada es
adelantarse a los acontecimientos,
pensar que lo pasado puede volver y que en el futuro todo sucederá conforme a nuestros deseos y planes. La experiencia nos dice que nada de lo mencionado tiene garantía alguna. De manera sorprendente se va muy pronto un niño y un adulto de escasa salud llega a los 80 años.
Sea como fuere valoro la anotación de J.L.Liebman: 'Atesórense ,unos a otros, reconociendo que no sabemos por cuánto tiempo nos tendremos unos a otros. '
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