Cuando la vida nos regala encuentros inesperados
nos llenamos de gratitud.
Cuando nos elevamos a 33 mil pies y vamos
en las alas plateadas
mis ojos de niño rezan:
"...gracias quiero dar por el mar,
que es un desierto
resplandeciente
Y una cifra de cosas que
no sabemos...."
-Inspirado por Borges
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