por la historia.
Veo con esperanza que , pese a todo, vamos despertando a la conciencia de que el poder lo concedemos los ciudadanos.
Llegará el día en que los aspirantes a gobernar piensen dos veces antes de aceptar nuestro encargo.
Les premiaremos por su servicio o les llamaremos a cuenta.
Algo asoma y deja ver que aprendemos lentamente de nuestra larga, polvorienta e intrincada historia humana.
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