Caffé Sospesi

Un grupo de amigos se reunían para conversar junto a su taza de espresso humeante en Nápoles. En una tarde de invierno un hombre se asomó por las vidriera que daba a la calle  e hizo una señal. Uno de los amigos se levantó y luego de cruzar alguna palabra, le invitó un café a ese hombre. Al terminar su reunión cafetera dejó pagado el costo de otro café para quien pasara frío y le viniera bien un café. Desde entonces se vio un letrerito en la cafetería que decía: Caffé Sospesi.  Los demás amigos del grupo adoptaron la iniciativa. Fraternidad anónima, eco de la proverbial actitud: que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda.

-Café en suspenso o café pre pagado anónimamente