Este lugar es cruce de caminos donde veo ,más allá de la marea humana, el rostro del niño en su primer vuelo, el anciano en silla de ruedas que va a despedirse, los recién casados a quien les espera una mar soleado, los hombres de negocios con su prisa que les delata, la mujer que asea los largos pasillos con la tranquilidad de quién sabe que no perderá ningún vuelo.Este no-lugar muestra abrazos,lágrimas,sonrisas que me impresionan por su sinceridad y su intensidad. Y ¿cómo no? Esos viajes tal vez sin retorno, esos viajes a tierras lejanas, esos viajes al exilio, esos viajes donde ,pese a todo, se abre paso la decisión de cuidar la esperanza.Punto de partida y punto de llegada con abrazos, besos, cantos y pancartas de bienvenida o un ramito de flores para una abuela que vuelve después de tantos años.Pese a todos los peros, no le regateo al aeropuerto, en estas horas que pasan, la riqueza de destellos, de eso que llamamos la sensible humanidad.
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