La diferencia está en todo aquello que ponga en riesgo nuestra vida misma y para comprender este punto me ayuda una metáfora valiosa:
"...los barcos no se hunden por el agua que les rodea,
se hunden por el agua que entra en ellos.
No permitas que lo que suceda alrededor,
se meta dentro de tí y te hunda"
Nuestra tarea es estar vigilantes, atentos ,ante los riesgos exteriores
y nuestros riesgos interiores: distracciones, sobrepeso, temeridad, arrogancia.
-autor anónimo
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