El ser humano, homo sapiens, se caracteriza y distingue de otras especies vivas de nuestro planeta por su inagotable disposición para preguntarse, explorar, buscar, arriesgarse.
Primero comenzó por la realidad física ¿qué sucederá del otro lado de la montaña, en la otra orilla del río, más allá del océano, en las profundas junglas, en los infinitos desiertos y en el remoto hielo eterno?,
Segundo, pasó a la acción, que le confirmó sus preguntas y le animó a más, siempre más.
Tercero, siguieron preguntas sobre el cosmos y sobre el micro mundo.
Cuarto, sus preguntas fluyeron en cascada sobre su mundo interior, su forma de pensar, sentir y actuar, sobre su convivencia con los demás seres humanos y no ha dejado de indagar sobre el sentido del origen y finalidad de la vida, del amor, el sufrimiento, la mortalidad, etc.
El obstáculo que el ser humano ha superado continuamente para evolucionar es no quedarse contento con la "apariencia" de las cosas , de las personas y de las ideas, sino que ha tratado de indagar hondamente para llegar a conclusiones válidas y que se puedan universalizar.
Heredero de esa mirada es S Rushdie quien sintetizo así: "...las apariencias engañan, no hay que juzgar a un libro por las tapas" y si decimos de libros, se puede aplicar a la realidad en general, incluido cada uno de nosotros.
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