Es hermoso ver cómo leen las niñas, los niños.
Eligen su lugar, su postura y se hacen "uno" con su libro.
Disfrutan la lectura llanamente -no saben si el libro es famoso o no-
Si el libro no les gusta o les aburre... no se avergüenzan y bostezan.
Hacen pausas, miran al cielo, se quedan en blanco, contemplan interiormente.
Su rostro tiene una serenidad que se parece a una pradera mecida por la brisa.
Como los gatos o los perros cambian de postura y siguen en su disfrute,,
Si es hermoso leer es igual de hermoso... verles leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario