lunes, 24 de julio de 2006

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Una quijada

El famoso Caín al no ser capaz de eliminar a su hermano con los puños usó una extensión valiéndose de la quijada de un burro. Y de ahí sigue toda la historia del armamento para eliminar al prójimo, la honda, la flecha, el aceite ardiendo, el veneno, la pólvora, el gas, las radiaciones etc. Galería del horror. Nuestra desnudez original está acompañada de una desnudez de ideas cubierta con un gran ropaje de violencia verbal y física que no convence sino que intenta vencer y hasta aniquilar. Los hombres vamos descubriendo la inutilidad de tantos inventos, pero aún seguimos adictos a la creencia nefasta en las armas. Pues bien, mi buen Borges dijo cosas tan interesantes como: El arado, la espada, son extensiones de la mano; el microscopio, de los ojos. Pero un libro es algo más: es una extensión de la memoria. Son algunos libros, como los de Borges, que nos recuerdan la inutilidad de las armas para que no lo olvidemos. Un día se atrevió a decir que el sangriento pleito por las islas Malvinas era como pelearse dos por un peine y que mejor sería regalárselas a Bolivia que no tenía salida al mar.





No hay comentarios: