jueves, 26 de octubre de 2006

Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

La victoria alada


Tuve una tía, no bien querida de origen griego, que se llamó Niké. Niké para aquí y Niké para allá.Pero, un día, en una clase de etimologías griegas me topé, nuevamente, con el recuerdo de la malhadada tía Niké que se transfiguró en Niké, la diosa de la Victoria. Ahondando en la diosa navegué, no en Internet que ni en sueños la hacía, sino en la enciclopedia familiar más portátil de entonces, El Pequeño Larousse. Fue un amor a primera vista, un amor fulminante sentí al contemplar a la Victoria alada de Samotracia -su nombre completo- una deslumbrante escultura marmórea de 2.40 metros de altura. Niké fue descubierta en 1863 en la isla de
Samotracia por el cónsul francés, Charles Champoiseau, arqueólogo aficionado. La hermosura pasmosa de Niké se halla interrumpida pues su cabeza fue mutilada y ha de vivir en el fondo del mar. La Victoria de Samotracia simboliza, para mí, que la victoria, no se le concede a nadie en propiedad ni en perpetuidad. La victoria es el gozo de un instante que ,en el instante siguiente, levanta el vuelo. Más aún, lo que en un instante es fracaso en el instante siguiente se convierte en Victoria y así sucesivamente.La Niké tuvo como destino la proa de un barco de guerra griego pero nunca llegó a ser instalada y hoy preside un recinto especial en el Louvre de Paris. La victoria mutilada evoca una realidad: todos podemos ser victoriosos sobre nuestras debilidades, cobardías y limitaciones y levantar el vuelo hasta los espacios libres, en el horizonte marino de nuestra vida.Circunstancia sorprendente es que la Victoria decapitada y alada comparte su gloria y esplendor, en el museo del Louvre, con la amada Venus de Milo con sus brazos mutilados. Niké y la Venus son un llamado para que nosotros completemos con nuestra vida lo que ellas perdieron: el rostro y los brazos.Hoy existen millones de seres humanos que son los sin rostro porque nada valen y millones de brazos que no encuentran trabajo.

- Niki tis Samothrakis (Νίκη της Σαμοθράκης)

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