miércoles, 4 de abril de 2007


Cartas del Desierto

Guillermo Pareja Herrera

Los libros que leemos

Cuando fuimos niños nos enseñaron a leer libros escritos por otros. Pasando los años, si estamos en un estado de consciencia despierta aprendemos a leer otro libro como es el cielo nocturno poblado de luminarias grandes y pequeñas cercanas y lejanas .En la tierra hay un libro maravilloso a nuestra disposición donde leemos sobre los días y los tiempos, los climas y las estaciones y sus múltiples relaciones con las plantas y los animales. Pero andando los caminos de este mundo llega el día en que la vida nos regala la oportunidad de aprender a leer el gran libro de las señales. Sí, las señales que la vida nos ofrece. Hay circunstancias en la vida cuando nos levantamos temprano para buscar una señal. Mucha gente cree que es poco razonable buscar una señal. Tienen razón, las señales se buscan no con la razón lógica, lineal y calculadora sino con la brújula de la intuición. Cuando los humanos no pueden leer ni traducir el libro de las señales de la vida es porque no están en un estado de espíritu y si están en esa disposición de ánimo y piden una señal, no falla la respuesta, se produce como resultado fluido y natural de una petición que brota desde el fondo de la vida.

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