Cuando comienza el nuevo año buscamos fortalecernos, buscamos clarificar nuestra mirada sobre el mundo, la vida y nuestra historia. No encuentro algo mejor que recordar que vivir es pasar de mano en mano lo mejor de nosotros. En este día les comparto las palabras que Albert Einstein dejó escritas en un libro de visitantes en una escuelita durante un viaje que hizo a China y Japón allá en Noviembre de 1922. Esas palabras las escucho vivas y dirigidas a nosotros también.
"¡Queridos niños!
Me alegra ver en este día a la gozosa juventud de una tierra bendita y soleada.
Pensad que las cosas maravillosas que podréis aprender en vuestras escuelas son el trabajo de muchas generaciones, logrado con mucho esfuerzo y mucha fatiga en todos los países de la Tierra. Las ponemos en vuestras manos como herencia, para que las respetéis, desarrolléis y fielmente las entreguéis a vuestros hijos. Así es cómo nosotros, los mortales, nos hacemos inmortales, transmitiendo el trabajo hecho por todos.
Si pensáis en esto, encontraréis sentido a la vida y a vuestros esfuerzos, y podréis transmitir vuestras certeras convicciones a otros pueblos y a otras épocas."
Noviembre de 1922, Visita a la China y Japón
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