Cuando uno se siente ansioso, cuando uno es llevado por la prisa y los afanes suena, de pronto, el viejo dicho ranchero: Apresúrate despacio o me visto despacio que tengo prisa. Por otro lado, dicen que estamos en el año del Buey -que en la sabiduría oriental es muy apreciado. ¿El año del buey? Sí, cada año está dedicado a un animal para que aprendamos de él sus cualidades que pueden fortalecernos y ayudarnos en el camino. El buey es un ser fuerte, callado, casi incansable, de gran paciencia, determinación y concluye lo que inicia. China, ese gran país, no se hizo de prisa sino con el trabajo de los bueyes y recurren a ellos cuando el trabajo es pesado y se requiere de gran resistencia.
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