viernes, 22 de mayo de 2009

Nunca te tengo tanto como cuando te busco...




En las paradojas del amor esta presente
el encuentro y el desencuentro
el ansia de estar y la ausencia
el casi tocar con la punta de los dedos y
lo inasible, lo imposible

Ana Rossetti dijo con nostalgia punzante:

Nunca te tengo tanto como cuando te busco
sabiendo de antemano que no puedo encontrarte.

Y en lugar de abandonarse se permite una búsqueda
desenfrenada como ésta:

Sólo entonces consiento estar enamorada.
Sólo entonces me pierdo en la esmaltada jungla
de coches o tiovivos, cafés abarrotados,
lunas de escaparates, laberintos de parques
o de espejos, pues corro tras de todo
lo que se te parece.
De continuo te acecho.

Es el paisaje urbano con su calles y sus tiendas
sus colores y aromas...todo le lleva a él.

El alquitrán derrite su azabache,
es la calle movible taracea
de camisas y niquis, sus colores comparo
con el azul celeste o el verde malaquita
que por tu pecho yo desabrochaba.

Pupila,piel,ojos,todo es instrumento para buscar,
para esperar el ansiado encuentro:

Deliciosa congoja si creo reconocerte
me hace desfallecer: toda mi piel nombrándote,
toda mi piel alerta, pendiente de mis ojos.
Indaga mi pupila, todo atisbo comprueba,
todo indicio que me conduzca a ti,
que te introduzca al ámbito donde sólo tu imagen
prevalece y te coincida y funda,
te acerque, te inaugure y para siempre estés.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

...nunca te busco tanto como cuando te tengo

Anonymous dijo...

..nunca te busco tanto
como cuando te tengo