martes, 2 de junio de 2009

El mar y el príncipe

Allá en el gran desierto de la Mesopotamia donde el Tigris y el Éufrates se abrazan reza un proverbio que viaja de boca en boca hasta hoy: El mar no tiene vecinos, el príncipe no tiene amigos. Grande es el mar, grande es el príncipe y en su grandeza están con ellos mismos para unos o están solos, según el parecer de otros. Pero en el plano humano todos los mortales estamos necesitados unos de otros. Sentimos que la dicha llega cuando en nuestro viaje por la vida, se abren puertas y ventanas que facilitan nuestro mutuo caminar, porque somos el Homo Viator...

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