Decían en la antigüedad que los viajeros, los aventureros, los descubridores se atrevían a poner lo lejano cerca de los ojos de su pueblo.
Los periodistas y reporteros, sean gráficos o, no hacen algo similar pues ponen cerca lo que está lejos.
Los telescopios y los astrónomos hacen de lo inconmensurable algo familiar y así podemos hablar de las lunas de Júpiter como si estuvieran a la vuelta de la esquina.
Cuando vuelvo mi memoria agradecida a los tiempos de de mis queridas bancas universitarias siento que toda esa labor callada, generosa y buscadora de la verdad fue la divisa de mis maestros. Ellos pusieron ante mi vista, ante mi mente y sensibilidad lo lejano y casi inaccesible como algo cercano y familiar. Escribir, enseñar, comentar tiene ese propósito en común y esa es una de las tareas más nobles que florecen aún sobre la superficie de este planeta.
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