Cuentan que Marco Polo el más grande viajero y explorador de este mundo fue consignado ante la autoridad eclesiástica para retractarse de las narraciones sobre sus viajes, aventuras y descripciones maravillosas del oriente enigmático desde Venecia hasta China. Se le considero un falsario, impostor y charlatán pero fueron acusaciones movidas por la envidia y la ignorancia. Pasada la gran tormenta el gran Marco Polo dijo socarronamente y con humildad: ¡Y todo lo dicho por mi fue la mitad de todo lo que vieron mis ojos! Con toda modestia, sea dicho, que quien ha vivido en el desierto sólo cuenta a sus pares la mitad de lo que el desierto es…
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