Nuestros ojos son mucho más que los órganos de la visión que conectan con el centro cerebral. Nuestros ojos son los artífices del mundo de las miradas. De ahí que las miradas necesiten de los ojos y los ojos están vivos gracias a la manera y estilo personal de mirar. La mirada, a su vez, trasluce sentimientos, emociones e intenciones. Los ojos y la mirada se ponen de acuerdo y en medio de su gran versatilidad nos soprenden, con lo que llamamos: me estás haciendo ojitos. Esta expresión sugiere, en algunos casos, una actitud juguetona, coqueta, que pide, invita, llama. Quizá no lo hemos advertido conscientemente pero un elemento original que participa en nuestros enamoramientos es nuestra sensibilidad para hacer ojitos a alguien o para que alguien nos haga ojitos. Sea en un caso o en otro hacer ojitos tiene una buena dosis de efecto hipnótico y ante esa señal no es fácil que podamos sustraernos. ¿Recuerdas la última vez que te han hecho ojitos o que tú lo hiciste? No me extrañará saber que ALGO maravilloso sucedió durante unos instantes o tal vez le dio un vuelco a tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario