domingo, 8 de noviembre de 2009

Rueda que chilla


Una herramienta útil en el arte de comunicarse es hablar clara y directamente. Esta habilidad suele allanar las dificultades y malentendidos y nos desinstala del silencio cómodo para decir nuestra palabra. Mi amigo Esteban, hombre del desierto de pies a cabeza me ilustró lo dicho con esta expresión: A la rueda que chilla es la que se aceita. Saber decir la palabra oportuna y claramente hace que seamos escuchados. Ser escuchado genuinamente y con atención es una de las aspiraciones más universales cuando los seres humanos nos comunicamos.

1 comentario:

eduardo dijo...

gracias Guillermo por tu aporte contínuo a nuestro quehacer. darle la palabra a los jovenes es un arte sencillo pero a la vez complejo. dejar de hablar para escuchar es aceitar esa rueda que chilla. abrazos desde Salta