Llegaron los conquistadores a estas tierras llamadas por ellos América. Llegaron después los misioneros. Entre las artes que trajeron destacó la pintura. Las Américas se llenaron de lienzos, el oleo cubrió los muros de los templos, palacios y casonas. El arte de pintar fue aprendido por los indígenas muchos de los cuales pudieron captar con maestría absoluta el brillo de una lágrima, los finos pliegues de unos labios rojos pero fueron incapaces de dejar su nombre en el óleo. No supieron ni leer ni escribir.Anónimos, los sin nombre. Alguna vez dejaron su autorretrato perdido, pequeño entre un grupo como toda firma. Más pudo su amor a la pintura, nos dejaron la huella de su alma a través de su mirada y de sus manos.
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