miércoles, 23 de junio de 2010

Mi mar de arena, sangrientamente

Sangrientamente mi mar de arena

Tan sangrientamente

Mi rumoroso, ululante mar ensangrentado
Mi agónico, mar de carne, sangre, vísceras, sudor, vomito, saliva
Lento, arrastrado, mi mar ensangrentado
Hondo, muy hondo mi mar sanguinolento
Enfebrecido, enloquecido mi mar inmenso.
Llanto sin fin, pero acallado, finalmente, por el último coágulo en ojos y oídos.

Niños, jovencitos, hombres y mujeres de sol, ancianos de tristeza, todos caen pesadamente sobre la arena y ahí vomitan, su último aliento, sin nadie que cierre sus ojos vacíos de mirada.


Marea, mareada, marejada
Borra, borrasca, borrascosa vida en el desierto
Huracán, huracanado tiempo que galopa sobre nosotros.

Nada es para siempre dice el horizonte,
Aunque hoy largamente, hondamente, pesadamente caen los cuerpos
para deleite de las moscas,

los ojos cristalizados,
los ojos cuajados,
los ojos perdidos,

Allá, el señor Sol
en su solio real.

Son las doce del medio día.


-Equinoccio de Primavera boreal.2010. Respetuoso homenaje a los niños de Juárez, a los niños de Durango.

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