Sujetos a los imponderables como el Huracán Alex que barrió a Tamaulipas ,Nuevo León y a Monterrey particularmente, a los cortes de electricidad y el silenciamiento de internet y teléfonos celulares, retomo este puente de encuentro con ustedes. Los desastres humanos siguen en nuestra patria, esperando que todos juntos demos respuestas organizadas que den cuenta de nuestra creatividad y responsabilidad ante este momento de nuestra historia. Por otro lado, estamos inmersos en la fiesta cuatrienal global llamada Mundial de Futbol en Sudafrica 2010. A la hora de escribir estas lineas sobrevive Uruguay,por nuestro lado latinoamericano. -Pequeño gran pais Uruguay, sobreviviente de dictaduras, sobreviviente en los Andes, sobreviviente cuando ya caido los grandes del futbol y dara un nuevo esfuerzo, un nuevo aliento- Mas allá de lo apasionante de este juego, está la garra que estos jugadores herederos del espíritu Charrúa -de sus valientes indígenas originales- han mostrado en el campo de juego. He observado su espíritu de equipo y su entrega al juego.Sé que detrás de estos juegos esta una gran industria y muchos intereses económicos venturosos y perversos. Sin embargo,la magia de ese baloncito -en otras tiempos de cuero y trapos y ahora de fibras sintéticas- puesto bajo los pies ,la imaginación y la alegría de estos muchachos hacen que todo el planeta siga ese brincar,rebotar,entrar elevarse y volar del balón y con él nuestros sueños,y anhelos. Celebro a uruguayos y holandeses -pues para amar como para pelearse se necesitan dos-. Creo que no hay politicos ni partidos,ni religiones que convoquen tan unánimente y con tal intensidad a una buena parte del globo terráqueo. ¿Qué otro futbol necesitamos los humanos para unirnos así y volcar todo nuestro entusiasmo en una causa humana y planetaria que nos haga brincar,gozar,reir,llorar como una familia,sí una familia -que navega en este pequeño planeta azul en medio de un oscuro mar galactico.
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