martes, 22 de marzo de 2011

Ni los gavilanes

La gente del desierto tiene su peculiar forma de encarar los tiempos difíciles y recurre a las metáforas  que son el libro abierto de la vida. Mi amigo Esteban, comentando sobre las apreturas económicas en la que estamos la mayoría de pobladores me dijo: Estos años están de ajuste y ajuste que ni a los gavilanes les crece el plumaje. Esta expresión pone de manifiesto, entre otras muchas lecturas, que todos los seres vivos pertenecemos a una gran familia interdependiente y todos nos vemos apurados por la situación imperante. De ella no se libran ni los gavilanes.

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